El valor de los conocimientos y del aprendizaje como fuente de competencias básicas distintivas

nomia durante los ultimos treinta anos, esta generalmente aceptado que“una eficaz direccion y gestion de las capacidades tecnologicas constituye una de las principales fuentes de ventajas competitivas sostenibles para las empresas” pero debemos tomar en consideracion que detras de esta tarea siempre encontramos personas con unos conocimientos especificos muy puntuales.En este sentido, las personas se erigen en el elemento clave y eso conduce a las organizaciones a invertir sus prioridades tradicionales de gestion: primero se debe valorar a las personas y, despues, a los activos u otros elementos disponibles. Sin embargo, cuando esta afirmacion, llena de sentido comun, esta en boca de todos los que , de cerca o de lejos, se interesan por la direccion de empresas, hay que empezar a preocuparse porque las ideas y discursos que se repiten hasta la saciedad tienden a convertirse en obviedades, lo que implica que su analisis pierda interes y fuerza. Es mas, a veces, los que se presentan como defensores a ultranza de las personas ni siquiera se paran a pensar en lo que supone, en terminos de gestion y organizacion, una verdadera direccion por competencias. A pesar de estas reservas, nos atrevemos, en las li neas que siguen, a defender la tesis segun la cual “no hay competitividad sin el control e integracion de unas competencias personales,organizativas y tecnologicas fruto de unos conocimientos y habilidades dinamicos y exclusivos“ . La natural imbricacion que se establece entre tecnologia,innovacion y personas se justifica por si sola: por una parte , las personas son las que explotan y sacan partido de las tecnologias disponibles en la empresa o de las innovaciones desarrolladas o adquiridas y, por otra, las personas son las que generan ideas, conocimientos y sugerencias que daran origen a nuevos productos, procesos o metodos de gestion [Morcillo, 1997].