Movilización social y retos para la universidad en la Colombia del siglo XXI

2021 
Durante la primera mitad del ano 2021, Colombia vivio un estallido social sin precedentes en su historia reciente, el cual supero, incluso, a las movilizaciones de los anos 70 del siglo pasado (1, 2). Analistas coinciden en afirmar que esta expresion de inconformidad de la ciudadania, que salio a las calles a manifestarse a pesar del riesgo ligado a la pandemia por la COVID-19, evidencia la gravedad de los problemas sociales no resueltos y acumulados por varias decadas en el pais (3, 4). Pero, ?que elementos nucleares generaron este estallido social en Colombia? La respuesta, aunque quiza parcial, recoge el rechazo a dos propuestas gubernamentales de reformas legislativas. La primera, una propuesta de reforma tributaria que buscaba imponer mas impuestos a elementos de la canasta basica de consumo de todos los hogares y, la segunda, una reforma al sistema de salud que profundizaba el modelo de aseguramiento privado con ganancias consistentemente altas para los aseguradores, mientras se profundizan las inequidades y barreras de acceso a servicios de calidad. Ademas, la reforma al sistema de salud proponia colocar un enfasis mayor en la responsabilidad individual, es decir el ‘autocuidado’, so pena de mayores obstaculos a la hora de utilizar los servicios de salud. Si bien, se podria decir que el rechazo a estas dos propuestas fallidas de reformas fueron el detonante inicial de las manifestaciones, en estas, tambien, fueron reivindicadas preocupaciones de mas largo aliento. Algunas de estas son: la necesidad de acciones de justicia frente al asesinato sistematico de lideres sociales;el cumplimiento de varios aspectos del Acuerdo de Paz que aun no se materializan;mejoras de las condiciones laborales de muchos trabajadores del pais, incluyendo los del sector salud;apoyo a la educacion con una mayor financiacion a la universidad publica, para asi garantizar acceso a mas jovenes a una educacion de calidad;un manejo de la pandemia y vacunacion contra la COVID-19 libre de corrupcion y en general, politicas sociales que contribuyan a la movilidad social, y no solo como ayudas focalizadas que no rompen el circulo de la pobreza. Frente a este panorama de explosion social, la respuesta del gobierno, desafortunadamente, fue prevalecer la represion de las protestas, lo que provoco varios enfrentamientos violentos entre manifestantes y fuerzas militares y de policia. Varias organizaciones no gubernamentales de defensa de derechos humanos se han manifestado en contra de esta violenta represion que desencadeno la muerte de varios manifestantes y numerosas denuncias de desapariciones, censura y agresiones fisicas y sexuales (5, 6). Asi pues, la realidad colombiana actual es muy compleja, pues combina las consecuencias sociales y de salud de la pandemia, que han profundizado brechas cronicas en un contexto de inequidad y exclusion, con dinamicas de violencia aun vivas del conflicto armado de larga duracion. En ese sentido, este estallido social puede leerse como un llamado urgente a la creacion de mecanismos de participacion ciudadana que en los territorios permitan la formulacion de estrategias, programas y politicas encaminadas a garantizar condiciones de vida digna para todos los ciudadanos de este pais, uno de los mas inequitativos de Latinoamerica, la region mas inequitativa del mundo (7, 8). En el diseno e implementacion de estas estrategias y politicas en clave de, entre otros aspectos, salud, educacion y trabajo, la universidad debera jugar un papel trascendental. En efecto, ante la movilizacion social, la universidad no fue y no ha sido indiferente. La gran mayoria de estudiantes, tanto de instituciones educativas publicas como privadas, aunque especialmente del sector publico, se unieron a las movilizaciones, por lo cual la reivindicacion del derecho a la educacion publica de calidad en todos los niveles se posiciono como punto clave en las manifestaciones. Asi, con respecto a esta realidad, cabe reflexionar alrededor de los siguientes interrogantes: ?que papel debe jugar la universidad en general, y la publica en particular, ante estas situaciones? y ?que fines debe perseguir la formacion ofrecida a los futuros odontologo-as ante dicha realidad? Diversos autores plantean que la universidad debe contribuir a la solucion de los problemas sociales propios de su contexto, a la construccion de sociedades justas y respetuosas de los derechos humanos. De esta forma, este podria ser el camino para resignificar la dimension etica como fundamento de profesionales integrales y de un ethos civil basado en el pensamiento critico, promover en los estudiantes la toma de conciencia frente a las realidades sociales, politicas, profesionales y ambientales que circundan a los humanos y sus quehaceres y fomentar avances en el ejercicio participativo de la ciudadania, para que en la medida de las posibilidades se pueda contribuir a una mejor sociedad (9-11). Por lo anterior, en Colombia, la crisis actual y el estallido social exigen que en la universidad nos ocupemos de estas reflexiones bioeticas y elaboremos propuestas en pro del bien comun, el buen vivir y la vida felicitante, trayectos que sin duda aportaran a la transformacion y deconstruccion de nuestra sociedad.
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