De amores marginales : el juego de la diferencia

de la interpretacion que otorgamos a nuestro ser en el mundo y de la forma en la que nos integramos a las estructuras que se han establecido para su funcionamiento. Esto presenta la necesidad de en algun momento hacer un alto para ponernos frente al espejo y descubrir quienes somos, luego de sostener una batalla contra el flujo de pretextos y mentiras que tienen por afan evitar el encuentro inevitable con la verdad que nos constituye. Aparece entonces la epifania de una realidad que a partir de ese instante puede aceptarse o proponer la metamorfosis. No obstante, si no estamos preparados para esa experiencia, buscar la verdad en la literatura es otra alternativa, en tanto nos ofrece la oportunidad de convertirse en ese espejo, que sin ser reflejo de la realidad, otorga un lenguaje simbolico que abre las posibilidades de la interpretacion en el conocimiento de las pasiones que encierra el alma. La lectura se convierte asi en un recorrido por nuestra historia, incentiva la memoria y las razones intimas; se entabla la complicidad con quienes aman y sufren, con aquellos que han decidido desterrar las certidumbres del corazon y sufren, con los que se quedan inmoviles pero de cualquier forma sufren, y por que no, con los que han conseguido como consecuencia de su sufrimiento momentos de felicidad. La literatura, como la vida, es transformacion, movimiento, arrebato, confusion; somos vulnerables ante sus paginas toda vez que aborda situaciones que se mantienen ocultas en lo oscurito y las saca de su escondite para confrontarnos. Eso hace Mario Munoz con la tematica gay: reune 16 cuentos De amores marginales: El juego de la diferencia